miércoles, 21 de marzo de 2018

Sympetrum fonscolombii

© Antonio J. Pizarro
 Probablemente la especie de libélula más frecuente de ver por nuestra localidad. Estos odonatos miden cerca de 4 centímetros de longitud corporal y alcanzan una envergadura alar cercana a los 6 centímetros. Una de sus características más notables es su claro dimorfismo sexual, siendo los machos de un intenso color rojizo anaranjado mientras que las hembras son verde amarillentas.

© Antonio J. PizarroLas patas son negras y amarillas, o negras y marrones. Las alas, que se colocan casi horizontales en reposo, son prácticamente transparentes y sólo las bases presentan algo de coloración de tinte ámbar o azafrán.

Es una especie oportunista que habita en una gran variedad de hábitats; desde pantanos y lagunas con vegetación espesa, a estanques, que incluso pueden resecarse parcialmente. Las larvas pueden tolerar aguas con composición química diferentes, no necesitan requisitos especiales; en particular, su tolerancia a la sal es increíble, lo que les permite su desarrollo en las lagunas salobres. Prefiere aguas estancadas o con poco movimiento y pobres en oxígeno.

© Antonio J. PizarroEsta especie, como los demás odonatos, pasa un gran porcentaje de su vida como ninfa en medio acuático, la cual sufre varias mudas a lo lago de su desarrollo, la última se efectúa al aire libre y de ella surge el adulto. Las ninfas son depredadoras de pequeños animales acuáticos. Los adultos, también carnívoros, se alimentan de pequeños insectos que capturan al vuelo. Cuando están posadas lo hacen con las alas completamente desplegadas.

Su distribución comprende gran parte de Europa y Asia. Los adultos vuelan desde principios de junio hasta finales de septiembre, aunque por nuestra zona debido a las buenas temperaturas y al progresivo cambio climático es posible verlas durante mucho más tiempo. Es muy fácil de encontrar en nuestra localidad, pero siendo aún muy frecuente, como la mayoría de las especies animales ha visto reducida su población en los últimos tiempo, siendo cada vez más difícil de ver las tremendas nubes de insectos que venían hace algunas décadas cuando apretaba el levante.

(Fuentes: Asturnatura y Animalandia).

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