Conocida como zulla, esparceta, pipirigallo y numerosos nombres más, según la zona del país, se trata de una planta herbácea perenne, de la familia fabaceae, que puede alcanzar los 60 centímetros de altura. Sus hojas son compuestas, imparipinnadas, con 3-5 pares de folíolos, el terminal mayor que los laterales. Los folíolos (cada una de las piezas separadas en que a veces se encuentra dividida una hoja) de obovados a elípticos, obtusos o emarginados, con el haz glabro y el envés peloso.
Sus flores se presentan en inflorescencia en racimo densamente dispuestas. Corola roja, más o menos oscura, con el estandarte emarginado y mucho más largo que la quilla. Su fruto se presenta en legumbre lomentácea aplanada y recta, con varios segmentos suborbiculares, con las caras cubiertas de espinas. Florece de marzo a junio.
Se adapta a zonas de climas suaves y próximas al mar. Habita sobre suelos profundos, eutrofos y arcillosos. No tolera los suelos ácidos o salinos. No soporta el frío ni los suelos arenosos.
Es una planta muy fácil de encontrar por prados y cunetas. De hecho, aunque es una planta nativa del Mediterráneo occidental, también se cultiva como planta forrajera en algunos lugares, entre los que se encuentra la localidad de Rota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario