Una de las especies vegetales más frecuentes y más fácil de ver en Rota. Prácticamente no hay alcorque, acera, camino de tierra o asfaltado en el que no encuentre acomodo esta especie invasora, considerada por muchos como una mala hierba que hay que arrancar en cuanto sale.
Nos referimos a la cerraja ('sonchus oleraceus'), una especie de planta con flor herbácea del género Sonchus en la familia Asteraceae, originaria de Asia, África del norte y Europa, aunque actualmente presente en todo el mundo.
Es de hábito anual o bienal, pudiendo superar el metro de altura si se le deja crecer, con hojas caulinares, pequeñas espinas en sus márgenes, de color verde que envuelven el tallo, débilmente dentadas y con segmentos laterales. Los capítulos florales se agrupan en corimbos y son de color amarillo, con ligeras tonalidades blanquecinas.
Se abren con el sol y el buen tiempo y permanecen encogidas cuando el tiempo no acompaña. Sus semillas se hayan en el centro de la flor, alargadas y apretujadas, poseyendo unos pelitos que con el viento las ayudará a volar y esparcirse por otros lugares. Florece durante todo el año. El fruto es un aquenio plateado.
Prospera bien en la mayoría de posiciones soleadas y semisoleadas, siendo típica de huertas y suelos fertiles. Como curiosidad cabe destacar que al cortar parte de la planta o alguna de sus hojas fluye un látex blanco que puede irritar la piel, y al que se le da variados usos en algunas regiones del planeta.
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